A menos que usted haya estado completamente totalmente desconectado del mundo de Telecom por al menos los últimos dos años, lo más probable es que haya notado cada vez con mayor frecuencia la mención del término SD-WAN. Lo cierto es que SD-WAN se ha convertido en el nuevo centro de atención de todos los actores en el mundo de las Telecomunicaciones, de manera muy similar a lo que hace cinco años ocurrió con Cloud.
Y no debería causar sorpresa, cuando los más importantes analistas del mercado, como Gartner, IDC, y muchos otros, pronostican que para el año 2020, las empresas gastarán más de 6,000 millones de USD en tecnología SD-WAN a nivel mundial.
Si usted es como yo, partirá por preguntarse, pero ¿y qué es SD-WAN?, no se sorprenda si las respuestas varían significativamente de una a otra, y tal vez reciba una respuesta distinta por cada fuente a la que usted consulte. Para mí esta misma pregunta fue el inicio de un largo, pero muy gratificante recorrido que lleva ya más de dos años, durante el cual he tenido la oportunidad de investigar extensamente la tecnología, los distintos conceptos, proveedores, e incluso los muy diversos pronósticos acerca de SD-WAN.
Personalmente, he encontrado que es más sencillo comenzar por definir que no es SD-WAN. SD-WAN no es un nuevo medio de transmisión de datos, no es tampoco un nuevo protocolo de comunicaciones, ni tal como algunos proveedores promocionan, el “Asesino de la MPLS”. SD-WAN no es ni más ni menos que la convergencia de al menos una docena de distintas tecnologías, muchas de las cuales han estado presente en la Industria de las Telecomunicaciones desde hace varias décadas. La diferencia crucial es que ahora todas esas tecnologías aplicadas en conjunto representan un avance sustancial en términos de confiabilidad, seguridad de la información, flexibilidad, rapidez de implementación y lo más importante una reducción de costos de hasta 90% versus soluciones tradicionales como MPLS.
La significativa reducción de costos que conlleva el adoptar SD-WAN podría ser razón suficiente para explicar el explosivo crecimiento de esta tecnología, pero si analizamos con más detenimiento, encontraremos que SD-WAN no pudo haber llegado en un mejor momento. Con la explosión del Cloud, IoT, e incluso el inicio de la integración entre OT (“Operations Technology”) e IT, la necesidad para tener comunicación constante e ininterrumpida, segura, de alta capacidad, confiable y que pueda conectar ya no a cientos, sino a decenas de miles de dispositivos, han convertido a SD-WAN en la opción por defecto de cualquier diseño moderno de telecomunicaciones. Si a esto le sumamos la capacidad de desplegar soluciones complejas a nivel mundial en semanas en lugar de meses, y la habilidad de instalar, configurar y administrar toda la solución con muy poca intervención humana, entonces se hace evidente por qué SD-WAN es ahora el nuevo corazón de las telecomunicaciones.
